lunes, 4 de noviembre de 2013

No confundir evolución de saldo deuda y de nuevos préstamos

Como es bien sabido, las cosas no van bien en España. Demasiado paro y muchas incertidumbres rodean la economía y hacen mella en el ánimo de la población. Dicho esto, tampoco es necesario exagerar los problemas o lanzar mensajes que no se corresponden con la realidad porque, entre otras, consecuencias limitan la capacidad de encontrar las necesarias soluciones.

El Banco de España ha publicado hoy las cifras del saldo de crédito de las familias y sociedades no financieras, es decir, casi todas las empresas. En ellas se puede apreciar una nueva disminución de ambos saldos hasta acumular un descenso de -70.492 y -35.829 millones de euros desde el final del año pasado. Si la comparación se realiza con el final de 2010, el momento donde la deuda alcanzó su máximo apogeo, la caída es mucho más abultada (-233.295 y -100.490 millones de euros).

A partir de esta evolución se podría concluir que las cosas van mal porque los agentes económicos españoles han visto reducir su crédito y, por tanto, se limita el consumo y la inversión con las negativas consecuencias asociadas sobre la actividad económica.. De ser así sería bastante penoso, entre otras cuestiones, porque no habría valido para nada la cantidad de dinero público gastada para sanear el sistema financiero. Pero antes de alcanzar esa negativa percepción conviene incorporar al razonamiento algunas variables adicionales. La primera tiene que ver con el abultado nivel de deuda acumulado por los agentes económicos privados españoles (2,2 billones en 2010); un montante insostenible equivalente al 218% del PIB que de forma obligada hay que reducir porque nunca se debió alcanzar y, menos para dedicarla a comprar viviendas con un precio inflado. La opción del desapalancamiento (reducir deuda en el argot económico), no es un capricho sino una obligación por la dimensión de deuda alcanzada que, además es una opción todavía más forzada cuando tienes problemas para refinanciarla. Sí , el BCE podría hacer algo más, por ejemplo descontar créditos de PYMEs y cédulas hipotecarias, pero incluso aunque lo hiciera el saldo de deuda de las familias y empresas españoles debería reducirse igualmente.


Alguien dirá ¿cómo se va a recuperar la economía española si no dispone de crédito para fomentar el consumo y las nuevas inversiones? La pregunta es muy oportuna. La respuesta es aprovechando los márgenes para reducir saldo de deuda en circulación sin ahogar, en lo posible, los proyectos empresariales viables ¿Es eso lo que está sucediendo? sinceramente no lo sé porque necesitaría conocer la desagregación de las altas y bajas en los créditos que se producen en cada momento hasta llegar al nuevo saldo.

La calle; las personas con las que nos relacionamos, dicen que no hay crédito, sobre todo para PYMES, y que el que hay es demasiado caro. Al observar el elevado descenso del crédito comercial y otro deudores a plazo desde el punto máximo alcanzado en 2008 (-41.133 y -141.723 millones de euros) se puede colegir que hay muchas posibilidades que su percepción sea cierta en un número no pequeño de casos . Las impresiones, sin embargo, hay que confirmarlas y la evolución del saldo vivo de la deuda no es una herramienta válida; se debe disponer de estadísticas claras del flujo de nuevos créditos, de las nuevas concesiones, para conocer su incidencia en el saldo de la deuda. Ésa estadística es la que hay que analizar y me da la impresión que no es fácilmente accesible.

La cuestión no estriba en un descenso del saldo de deuda, que tiene que caer y mucho, hasta situarse en un tiempo razonable en parámetros de antes de 2003, sino en buscar soluciones para que los proyectos viables no mueran por falta de liquidez o porque disponiendo de acceso al préstamo, su precio sea excesivo.

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