sábado, 22 de septiembre de 2018

No es oro todo lo que reluce. Problemas de equidad y suficiencia financiera de la jubilación parcial con contrato de relevo

El sistema público de pensiones juega un papel muy importante en la sociedad al facilitar una renta a millones de personas que han finalizado su vida laboral activa. Esta función, no obstante, no se limita a las personas que la perciben ahora sino que se debe extender a todos los que trabajan y en algún momento llegarán a la edad de jubilación. 

De este modo, el sistema de pensiones podrá cumplir con dos de sus principales objetivos: pagar las mejores prestaciones posibles compatible con un trato equitativo a nivel individual y entre generaciones. No es factible ni justo pensar que el pago de unas determinadas cuantías de pensión pueden generar una pérdida de renta disponible de las cohortes futuras o dejarles en herencia una deuda excesiva sobre sus hombros.

En el terreno de las pensiones, al igual que otros, nos encontramos con temas que parecen atractivos en una primera toma de contacto. La jubilación parcial con contrato de relevo es una de ellas porque mejora la situación de un trabajador y de su empresa, al facilitar el retiro anticipado del primero trasladando su conocimiento a un tercero, sin tener que asumir ningún coste ninguna de las dos partes.

Los efectos de esta figura no se limitan a estas ventajas disfrutadas por el trabajador y la empresa que consigue rejuvenecer la plantlla sin coste, porque un analisis más detallado muestra otros efectos, en este caso negativos, que paga la sociedad a través del sistema público de pensiones.

Estos efectos negativos están tratados en el documento que he elaborado titulado "Efectos de la jubilación parcial con contrato de relevo sobre la equidad y el coste financiero del sistema público de pensiones en España" que ha sido publicado este lunes por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) dentro de la serie de Apuntes económicos (disponible aquí)

Tal como recoge el resumen del documento, la jubilación parcial con contrato de relevo es una figura que permite evitar los coeficientes reductores de la pensión a los que se enfrentan los trabajadores que acceden a la jubilación parcial por el procedimiento ordinario, violando así la equidad horizontal del sistema. Esta excepción tiene, además, un coste muy considerable para el sistema público de pensiones. El coste medio acumulado de la jubilación parcial con contrato de relevo es un 25,4 por ciento superior al de la jubilación anticipada ordinaria. Dado el número de pensiones afectadas y su importe medio, esto supone un diferencial de casi 120.000 euros por pensionista sobre la vida esperada de la prestación, con un sobrecoste anual para el sistema de más de 2.000 millones anuales. En consecuencia, sería muy deseable no prorrogar más allá de su fecha prevista de expiración a finales de 2018 la actual normativa transitoria que la hace especialmente atractiva para ciertos trabajadores y empresas. 

Rectificar es de sabios dice el refrán. En este caso, la decisión adoptada dentro del dialogo social (2001) persiguiendo un objetivo en teoría positivo se ha acompañado en la práctica de otros negativos. La constantación de estos efectos permite recordar la necesidad de evaluar las políticas públicas, para conocer si cumplen con sus funciones de mejorar la eficiencia en las relaciones económicas y la equidad en la distribución de la renta y de los esfuerzos entre la población.

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