Es habitual leer y escuchar en medios de comunicación, redes sociales e, incluso en algunas intervenciones en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados, valoraciones sobre la renta percibida por la población pensionista en España. Estos comentarios se localizan, sobre todo, en la evolución de las pensiones desde el inicio de la severa crisis económica iniciada en 2008. Es este, por tanto, un asunto espinoso por el elevado número de personas afectadas (beneficiarias) y la relativamente fácil capacidad de lanzar mensajes apoyados en información parcial o sesgada.
Una forma de medir la situación de los pensionistas dentro de la sociedad española es analizar su renta en relación con la renta mediana obtenida en el país, a partir de la información facilitada por la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística. En ella se puede observar que en 2014, el último año disponible, las personas mayores de 65 años es el grupo de población con menor porcentaje de población por debajo del umbral de pobreza relativa, determinado por el 60% de la renta mediana del país. Tan sólo un 12,3% de los mayores de 65 años frente al 22,1% del total de la sociedad española, tienen renta por debajo de ese umbral. El porcentaje de personas mayores de 65 años con rentas inferiores a ese límite se reduce drásticamente cuando se utiliza el criterio de alquiler imputado, es decir, se tiene en cuenta la vivienda en propiedad. Bajo ese criterio, mucho más homologable para realizar comparaciones con los países de la Unión Europea, el porcentaje de mayores de 65 años por debajo de este umbral que marca la pobreza relativa, baja hasta el 6,3%, cuando el del total de la población española solo disminuye hasta el 19,5%.
Como se puede observar en los
gráficos adjuntos, el porcentaje de personas mayores de 65 años por debajo del
umbral de pobreza relativa, se ha reducido significativamente desde 2008 bajo
cualquiera de los dos criterios de medida: 13,2 puntos y 5,7 puntos
respectivamente.
La crisis ha generado
consecuencias muy negativas en la sociedad española debido fundamentalmente a la
destrucción de empleo, pero la población pensionista no se ha visto afectado
por ella e, incluso ha mejorado su situación medida en valores absolutos y relativos.
El cambio de la renta de la población pensionista
en un determinado periodo es suma de dos efectos: la evolución anual de las
cuantías de las pensiones vigentes –el más utilizado habitualmente- y de las nuevas
prestaciones con entrada en el Sistema que, en media se mantendrán en torno a 19
años.
Las pensiones vigentes han
perdido ligeramente poder adquisitivo en el periodo 2008-2016, más en términos
porcentuales (-0,94 puntos)
que absolutos (-377,58 millones de euros acumulados). El resultado es
consecuencia de una disminución en el periodo 2008-2012 (-2,69 puntos) y una
mejora en el delimitado por 2013 y 2016 (1,75 puntos). Además, las pensiones en vigor
han ganado poder adquisitivo desde 2014, momento en el que comienza a aplicar
el Índice de Revalorización de las pensiones (1,65 puntos).
Evolución pensiones e IPC (tasa media
anual)
|
||||
ganancia/pérdida poder adquisitivo
|
||||
En %
|
Pensiones
(% anual)
|
IPC tasa media anual
|
En %
|
millones de euros
|
2008
|
2,40
|
4,09
|
-1,69
|
-2.190,00
|
2009
|
2,00
|
-0,28
|
2,28
|
2.813,25
|
2010
|
2,30
|
1,80
|
0,50
|
989,47
|
2011
|
0,40
|
3,20
|
-2,80
|
-2.689,52
|
2012
|
1,41
|
2,40
|
-0,99
|
-1.291,28
|
2013
|
1,50
|
1,40
|
0,10
|
108,57
|
2014
|
0,25
|
-0,20
|
0,45
|
499,06
|
2015
|
0,25
|
-0,50
|
0,75
|
854,69
|
2016
|
0,25
|
-0,20
|
0,45
|
528,18
|
2008-2016
|
-0,94
|
-377,58
|
||
2008-2012
|
-2,69
|
-2.368,08
|
||
2013-2016
|
1,75
|
1.990,50
|
||
2014-2016
|
1,65
|
1.881,93
|
||
IPC tasa media anual: media de la tasa
anual de cada uno de los 12 meses
|
Esta evolución del poder adquisitivo de las pensiones en
vigor hay que ubicarlao en un contexto extraordinariamente difícil marcado por una
caída de la actividad económica que llegó al -6,6%, una muy severa destrucción de empleo
del 16,7% (3,5 millones de personas) y un elevado déficit público que llegó a superar el 10% del
PIB en 2009.
Las cosas, sin embargo, han ido todavía mejor para
las pensiones cuando se incluye las entradas en el Sistema desde 2008. El Sistema de Seguridad
Social paga bastantes más pensiones (+13,7%; 1,15 millones adicionales) y la
cuantía media de las nuevas pensiones en 2016 también ha aumentado significativamente (+34,2%
sobre la de 2008 en términos nominales; +19,6% superior en términos reales).
La suma de la favorable evolución
de las nuevas pensiones y el casi mantenimiento de poder adquisitivo de las
vigentes, ha implicado un aumento del gasto de la Seguridad Social de casi un 50 por ciento sobre el existente en 2008 (+49,1% nominal), cuando la
renta nacional española ha crecido tan sólo el 4% en el mismo periodo. Obviamente, esta diferencia ha incrementado en +3,4 puntos la relación gasto en pensiones sobre PIB (del 8,5 al 11,9%) que mide en última instancia, el esfuerzo de la sociedad española dirigido a este grupo de población. No se
puede negar, por tanto, el aumento de la transferencia de renta de la sociedad española hacia
este grupo de personas. De igual forma, conocidos estos parámetros tampoco es
de extrañar la aparición de un déficit dentro del componente contributivo de la
Seguridad Social en el que se ubican la mayor parte de las pensiones.
La posición de la cuantía del stock de pensiones cuando se compara con los salarios medios españoles también muestra una significativa mejora de +9,6 puntos en esta etapa, hasta situarse en el 59,2% del salario medio. La mejora aumenta hasta los +12,3 puntos para las de jubilación hasta alcanzar el 68,3% del salario medio y la proporción es todavía superior para las pensiones de jubilación con origen en el Régimen General de Asalariados (77,8%) el único que aporta de acuerdo a sus ingresos reales.
Los ratios de la tasa de
sustitución, así es como se denomina la relación entre la pensión media y el salario medio, son todavía mejores para las nuevas pensiones de entrada en el
Sistema de la Seguridad Social porque el total de clases de pensión han
mejorado 11,4 puntos hasta alcanzar el 69% del salario medio, con un avance de 14,2
puntos para las de jubilación hasta situarse en el 86,6% del salario medio.
Posición aún más ventajosa todavía han alcanzado todavía las nuevas pensiones
de jubilación del Régimen General de Asalariados con una tasa de sustitución equivalente
al 94,3% del salario medio neto.
Alguien puede argumentar que una parte de ese avance se debe a la ralentización de los salarios. Su afirmación es cierta porque el salario medio de acuerdo a la Encuesta de costes Laborales del INE ha crecido un 11,9% nominal, pero aún así, la cuantía media de las pensiones con entrada en el Sistema han mejorado un 34,2% nominal en la etapa analizada. Por otra parte, no hay que olvidar que en un sistema de reparto como el español, son esos salarios son los que sustentan en buena parte el pago de las pensiones y, por tanto, es una relación muy a tener en cuenta.
Como elemento de comparación internacional, conviene recordar que la tasa de sustitución de las pensiones españolas se sitúa entre las más altas de toda la Unión Europea, superando en 10 puntos la media de los países de la Zona Euro, lo que significa ser un 20% mayor en términos porcentuales. La distancia a favor de la tasa de sustitución de las pensiones españolas es todavía mayor con Alemania, ya que alcanza los 15 puntos, lo que significa que es una tercera parte superior a la existente en uno de los países más ricos de la Unión Europea (+33%).
Este repaso de cifras, totalmente por quien esté interesado en hacerlo, permite alcanzar una conclusión y una reflexión.
La conclusión es evidente, la
posición de las pensiones en España ha mejorado significativamente desde el
inicio de la crisis. Una evolución que hay que valorar más positivamente si cabe
a la vista de las dramáticas circunstancias en las que se ha desenvuelto la
economía española desde el segundo trimestre de 2008.
No es cierto, por tanto, que las pensiones españolas hayan sufrido pérdidas o
maltrato sino todo lo contrario han recibido un trato muy favorable.
Como reflexión, el
planteamiento a futuro en un escenario de envejecimiento de la población debería
encontrar un equilibrio en el que la suficiencia de la cuantía de las pensiones
no condicione la del resto de las rentas, porque si a éstos últimos se les exige una cantidad excesiva de su renta para financiar las pensiones, se incurriría
en un grave problema de pérdida de equidad (solidaridad) entre generaciones incumpliendo otro de los objetivos marcados en nuestra Constitución cuando se habla de pensiones.
Interesante... Habría que considerar que las trasferencias de renta intergeneracionales (jubilados al rescate de hijos y nietos) posiblemente modulan este pro-yayo effect...
ResponderEliminarGracias por tu análisis...
Repu
Estimado Señor García,
ResponderEliminarSoy una periodista francesa trabajando para el programa Vox Pop, de la cadena Arte. Nuestro programa analysa problemáticas europenas a travès de reportajes de 10 minutas. Gostaría hablar de un reportaje que estoy preparando en España. Me puede contactar aqui : lecoqsarah@gmail.com Muchas Gracias !
Gracias Miguel Angel. Brillante como siempre.
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